Me declaro adicto

Así es, me declaro adicto al Generador de Arjonismos. Uno podría vivir de eso, ¿saben? Como nadie postea ya, me dedicaré a hacer un cuento y cuando me falte la inspiración, como suele pasar, le preguntaré al Generador. Ok, aquí vamos:

Había una vez un Canta Autor que gustaba de visitar Blogs en Internet. Un día descubrió que había un blog dedicado sólo para Arjona, su ídolo y decidió ser fan de ahí. Como no tenía nada qué hacer, se dedico a picarle al generador y se dio cuenta de cosas tan ciertas como: "Mañana y hoy la Oreoa-Cola entiende la muerte" y "Como el alcohol puede cobrar el sentido", así que se hizo fans del lugar.

Entre tantas cosas que resultaban, se dio cuenta de que la Oreoa-Cola era algo de renombre y decidió probarla. Al principio le daba miedo, pero se decidió a hacerlo. Se dio cuenta de que, con la Oreoa-Cola, cuando tomas el miedo entiende tu espalda y la hizo su bebida favorita. Luego se tomó un café con la ausencia y le encendió un cigarro a la nostalgia y cuando te veo la vida comprende a las mariposas, así iba, más o menos la canción.

Todo iba ni bien, ni mal. En las noches no podía descansar porque De vez en mes la noche seduce a la cigarra y eso da un poco de miedo. Se darán cuenta de que no podía dormir muy bien porque las cigarras son muy ruidosas, lo bueno es que sólo le pasaba de vez en mes (Uoh! De vez en mes...) Desvelado y cansado de la cigarra decidió a irse de ahí, pero pensó: Jamás mi vida deja al chavo del ocho. Se arrepintió de querer irse enseguida, como sabrán el Chavo del 8 es un gran personaje y uno no se lo puede perder.

Es bien sabido por todos que Mientras duermes La lluvia toma en el parque y que ella es una alcohólica con problemas. En su huida (después de ver la serie Chespiritense) se encontró a la lluvia, borracha de angustias, tomando licor (creo que no es de Arjona pero da igual) y quiso alludarla. Le dijo: Como un canibal, un bohemio respira tu reputación y la lluvia se echó a llorar, era tan profundo lo que le acababa de decir que no dejó de llover en unos meses. A esta etapa se le llamó el diluvio. Un día lluvioso, como el corazón del filósofo internauta, éste se encontró en frente de un gran mar y lansó la siguiente frase al aire: Nunca en la ciudad cae hacia un atropello y la lluvia cesó de llorar, pues era demasiado y se dio cuenta del daño que ocasionaba.

Después, en Guatemala, mientras que mi ausencia sabe a las bestias, se dio cuenta de que había pasado mucho tiempo fuera de casa y su novia lo extrañaría mucho, novia que había conquistado sólo con una frase (arjónica, claro): Cuando te veo el ocaso seduce el sol. Era tan hermosa, la frase, que sus pantorrilas de marfil y su escote que terminaba en la gloria no se pudieron negar a él y le besó hasta la sombra. Él recordaba cuando el retrovisor le dijo que viera su pantorrilla (él vio un poco más) y otro momento en que casi se les moría el amor.

Cuando estemos solos esta canción cierra el bosque,
como el miedo seduce a la muerte
y de repente mi orgullo amarra por la calle
cuando Guatemala besa tu rostro...,

Él dijo todo para sí mismo, ya que no había nadie a su lado. Se encontraba en una selva solitaria y sentía que cuando la veía su vida abría el miedo, pues era muy cierto, la selva daba miedo, tanto miedo como levantarle la falda a la gorda del barrio.

Salió de ese lugar, de ese país y de esa nación, se preguntó ¿qué pasaría si el norte fuera el sur? Inventó una canción al respecto y salió en busca de su amor. La encontró besándose con un Taxista en un extraño bar, se dio cuenta de como su mirada destila mentira y salió, con el corazón roto, tanto o más que el orgullo. Se le moría el amor...

Se sentía muy solo sin la única razón de vivir que tenía y recordó que jamás la soledad se sienta en el Chavo del 8, por lo que prendió la tele y se quedó dormido. Su sueño fue algo hermoso: Estaba Ricardo Arjona abrazando al niño Dios y le calmaba el llanto con una canción que decía más o menos así:

Si un prócer cierra a la muerte
Cuando te veo Absorto cae hacia Laura
Mañana y hoy un puma comprende a mi madre
De vez en mes la saliva convence al chavo del ocho
Derrepente la esperanza contacta a a tu mamá, La virgen María
Siempre la noche sabe a tu divina reputación
Niño, Entiende que mi vida sabe a a la luna
Mañana y hoy la saliva destila ella
Como un canibal, absorto, amarra un corpiño
Mañana y hoy lo lechoso deja tu mirada

Nanana, houoou, yeeei.... Y ritmitos armónicos sólo audibles a los oídos del niño Dios.